domingo, 9 de mayo de 2010

El traje nuevo del emperador


"El traje nuevo del emperador" es un cuento de hadas danés escrito por Hans Christian Andersen y publicado en 1837 como parte de "Eventyr, Fortalte for Born" (Cuentos de hadas contados para niños). La historia es una fábula o apólogo con un mensaje de advertencia: Sólo porque todo el mundo crea que algo es verdad, no significa que lo sea, o también: No existen las preguntas estúpidas.
Se cree que la fuente original de Andersen para este cuento pudo ser una historia española recopilada por Don Juan Manuel en el "El conde Lucanor". El origen del cuento parecer ser anterior al Conde Lucanor y podría ser de raíz oriental. La misma historia, aunque centrándose en la limpieza de sangre y en la obsesión por ser cristiano viejo, aparece en un entremés de Cervantes llamado "El retablo de las maravillas".
La historia trata de un emperador que se preocupa mucho por su vestuario, y un día, dos hombres charlatanes que le prometieron hacerle el traje más bonito y con las mejores telas. Además aquel traje tenía algo especial: era invisible para todos los estúpidos.
Los hombres hacían como que trabajaban en el traje, que realmente no existía.
El emperador se sentía algo nervioso acerca de si él mismo sería capaz de ver la prenda o no y envió primero a dos de sus hombres de confianza a verlo. Evidente mente, ninguno de los dos admitieron que eran incapaces de ver la prenda y comenzaron a alabar a la misma. Toda la ciudad había oído hablar del fabuloso traje y estaba deseando verlo.
Los estafadores hicieron como que le ayudaban a ponerse la inexistente prenda y el emperador salió con ella en un desfile sin admitir que era demasiado estúpido como para poder verla.
Toda la gente del pueblo alabó con ímpetu el traje temerosos de que sus vecinos se dieran cuenta de que no podían verlo, hasta que un niño dijo:
«Pero si va desnudo»
La gente empezó a cuchichear la frase hasta que toda la multitud gritó que el emperador iba desnudo. El emperador lo escuchó y supo que tenían razón, pero levantó la cabeza y terminó el desfile.

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