domingo, 9 de mayo de 2010

El patito feo


Había una vez, tierra adentro, en la parte baja de la pradera, escondido entre los altos juncos que rodeaban la pradera, se hallaba un nido lleno de huevos. Mamá Pata estaba suavemente sentada sobre ellos para darles calor. Esperaba con paciencia el nacimiento de sus patitos. Sus amigas del corral también tenían ganas de verlos, ya que siempre eran los más guapos.

Llegó el día en que los patitos comenzaron a abrir los huevos poco a poco y todos se congregaron ante el nido para verlos por primera vez. Uno a uno fueron saliendo hasta seis preciosos patitos, cada uno acompañado por los gritos de
alborozo de la Señora Pata y de sus amigas.
Tan contentas estaban que tardaron un poco en darse cuenta de que un huevo, el más grande de los siete, aún no se había abierto. Todos concentraron su atención en el huevo que permanecía intacto, incluso los patitos recién nacidos, esperando ver algún signo de movimiento.
Al poco tiempo, el huevo comenzó a romperse y de él salió un sonriente pato, más grande que
sus hermanos, pero ¡oh, sorpresa!, muchísimo más feo y desgarbado que los otros seis...
La Señora Pata se moría de vergüenza por haber tenido un patito tan feo y le apartó con el ala
mientras prestaba atención a los otros seis.
El patito se quedó muy triste porque se empezó a dar cuenta de que allí no le querían...
Pasaron los días y su aspecto no mejoraba, al contrario, empeoraba, pues crecía muy rápido y
era flacucho y desgarbado, además de bastante torpe el pobrecito. Sus hermanos le jugaban pesadas bromas y se reían constantemente de él llamándole feo y torpe.
El patito decidió que debía buscar un lugar donde pudiese encontrar amigos que de verdad le
quisieran a pesar de su desastroso aspecto, y una mañana muy temprano, antes de que se
levantase el granjero, huyó por un agujero del cercado.
Así llegó a otra granja, donde una vieja le recogió y el patito feo creyó que había encontrado un
sitio donde por fin le querrían y cuidarían, pero también se equivocó, porque la vieja era mala y
sólo quería que el pobre patito le sirviera de primer plato. También se fue de allí corriendo.
Llegó el invierno y el patito feo casi se muere de hambre pues tuvo que buscar comida entre el
hielo y la nieve y tuvo que huir de cazadores que pretendían dispararle.
En la primavera, cuando el sol volvió a calentar la tierra y las plantas a florecer, el patito feo notó
que sus alas se habían agrandado y eran mucho más fuertes. Las batió contra su cuerpo varias
veces hasta que por fin, se elevó en el aire.
Al poco tiempo, el patito pasó por un estanque donde encontró las aves más bellas que jamás
había visto hasta entonces, cisnes. Eran elegantes, gráciles y se movían con tanta distinción que
se sintió totalmente acomplejado porque él era muy torpe. De todas formas, como no tenía nada
que perder, se acercó a ellas y les preguntó si podía bañarse también.
Los cisnes, le respondieron:
- ¡Claro que sí, eres uno de los nuestros!
A lo que el patito respondió:

-¡No os burléis de mí!. Ya sé que soy feo y desgarbado, pero no deberíais reír por eso...
- Mira tu reflejo en el estanque -le dijeron ellos- y verás cómo no te mentimos.
El patito se introdujo incrédulo en el agua transparente y lo que vio le dejó maravillado.
¡Durante el largo invierno se había transformado en un precioso cisne!. Aquel patito feo y
desgarbado era ahora el cisne más blanco y elegante de todos cuantos había en el estanque.
Así fue como el patito feo se unió a los suyos y vivió feliz para siempre.






Hans Christian Andersen, escritor de El patito feo


Hans Christian Andersen nació en Odense, el 2 de abril de 1805 y murió en Copenhague, el 4 de agosto de 1875. Fue un escritor y poeta danés, famoso por sus cuentos para niños, entre ellos El patito feo o La sirenita.


Nació en una familia muy pobre. Era hijo de un zapatero, enfermizo a los veintidós años y de una lavandera. Andersen dedicó a su madre varias obras. Debido a su pobreza La pequeña cerillera, así como No sirve para nada, en razón de su alcoholismo. Hans Christian mostró una gran imaginación desde temprana edad. la que fue alentada por la indulgencia de ambos padres y la superstición de la madre. En 1816 murió su padre y Andersen dejó de asistir a la escuela; se dedicó a leer todas las obras que pudiera conseguir, entre ellas las de Ludvig Holberg y William Shakespeare.


Andersen decidió convertirse en cantante de ópera y se trasladó a Copenhague en septiembre de 1819. Una vez allí fue tomado por lunático, rechazado y prácticamente se quedó sin nada; pero hizo amistad con los músicos Christoph Weyse y Siboni y más tarde con el poeta Frederik Hoege Guldberg.
Su voz le había fallado, pero fue admitido como alumno de danza en el Teatro Real de Copenhague. Perezoso como era, perdió el apoyo de Guldberg, pero hizo amistad esta vez con Jonas Collin, el director del Teatro Real, que sería su amigo de por vida.
El rey Federico VI se interesó en el extraño muchacho y lo envió durante algunos años a la escuela de Slagelse. A pesar de su aversión por los estudios, Andersen permaneció en Slagelse y en la escuela de Elsinor (en danés Helsingør) hasta 1827, aunque más tarde admitió que estos años fueron los más oscuros y amargos de su vida. Collin finalmente consideró acabados sus estudios y Andersen volvió a Copenhague


El año 1827 Hans Christian logró la publicación de su poema "El niño moribundo" en una de las más prestigiosas revistas literarias. Al año siguiente Andersen ingresó a la Universidad de Copenhague. En 1829 tuvo considerable éxito con un volumen llamado "Un paseo desde el canal de Holmen a la punta Este de la isla de Amager". Andersen fue un viajero empedernido - «viajar es vivir», decía - y escribirá después sus impresiones en los periódicos. De sus idas y venidas también sacó tema para sus escritos. Exitosa fue también su primera obra de teatro, "El amor en la torre de San Nicolás", publicada el año de 1839. Para 1831 había publicado el poemario Fantasías y esbozos y realizado un viaje a Berlín.


En 1834 llegó a Roma. Fue Italia la que inspiró su primera novela, "El Improvisador" publicada en 1835, con bastante éxito. En este mismo año aparecieron también las dos primeras ediciones de Historias de aventuras para niños, seguidas de varias novelas de historias cortas. Antes había publicado un libreto para ópera, "La novia de Lammermoor", y un libro de poemas titulado "Los doce meses del año". En 1838 Hans Christian Andersen ya era un escritor establecido.


Viajó a Italia, Malta y Grecia a Constantinopla. El viaje de vuelta lo llevó hasta el Mar Negro y el Danubio. El libro "El bazar de un poeta" (1842) donde narra su experiencia. Es considerado por muchos su mejor libro de viaje.


Siguió escribiendo cuentos para niños. En 1846, sus obras ya eran traducidas al francés, al inglés y al alemán. . Tras un largo silencio, Andersen publicó en 1857 otra novela "Ser o no ser". En 1863, después de otro viaje, publicó un nuevo libro de viaje, en España.


Cualquier tema le bastaba para levantar un cuento, un poema o una pieza teatral. "El soldado" se lo inspiró un soldado español que Napoleón envió a Dinamarca.


Una costumbre que Andersen mantuvo por muchos años, a partir de 1858, era narrar de su propia voz los cuentos que le volvieron famoso.


Hans Christian Andersen recibió en vida muchos honores. En 1866 el rey de Dinamarca le concedió el título honorífico de Consejero de Estado y en 1867 fue declarado ciudadano ilustre de su ciudad natal.
Durante la primavera de 1872, Andersen sufrió una caída desde su propia cama, lo que le produjo heridas graves. Nunca volvió a recuperarse del todo, y el 4 de agosto de 1875 murió en la casa llamada Rolighed, cerca de Copenhague donde está enterrado.

Tumba de Andersen
En su honor, desde 1956 se concede, cada dos años, el premio Hans Christian Andersen de literatura infantil y, desde 1966, también de ilustración.


Entre sus más famosos cuentos se encuentran «El patito feo», «El traje nuevo del emperador», «La reina de las nieves», «Las zapatillas rojas», «El soldadito de plomo», «El ruiseñor», «La sirenita» y «el ave Fénix» entre otros. Han sido traducidos a más de 80 idiomas y adaptados a obras de teatro, ballets, películas, dibujos animados, juegos en CD y obras de escultura y pintura.

Autoretrato de Andersen

Adaptación de:
http://es.wikipedia.org/wiki/Hans_Christian_Andersen



El traje nuevo del emperador


"El traje nuevo del emperador" es un cuento de hadas danés escrito por Hans Christian Andersen y publicado en 1837 como parte de "Eventyr, Fortalte for Born" (Cuentos de hadas contados para niños). La historia es una fábula o apólogo con un mensaje de advertencia: Sólo porque todo el mundo crea que algo es verdad, no significa que lo sea, o también: No existen las preguntas estúpidas.
Se cree que la fuente original de Andersen para este cuento pudo ser una historia española recopilada por Don Juan Manuel en el "El conde Lucanor". El origen del cuento parecer ser anterior al Conde Lucanor y podría ser de raíz oriental. La misma historia, aunque centrándose en la limpieza de sangre y en la obsesión por ser cristiano viejo, aparece en un entremés de Cervantes llamado "El retablo de las maravillas".
La historia trata de un emperador que se preocupa mucho por su vestuario, y un día, dos hombres charlatanes que le prometieron hacerle el traje más bonito y con las mejores telas. Además aquel traje tenía algo especial: era invisible para todos los estúpidos.
Los hombres hacían como que trabajaban en el traje, que realmente no existía.
El emperador se sentía algo nervioso acerca de si él mismo sería capaz de ver la prenda o no y envió primero a dos de sus hombres de confianza a verlo. Evidente mente, ninguno de los dos admitieron que eran incapaces de ver la prenda y comenzaron a alabar a la misma. Toda la ciudad había oído hablar del fabuloso traje y estaba deseando verlo.
Los estafadores hicieron como que le ayudaban a ponerse la inexistente prenda y el emperador salió con ella en un desfile sin admitir que era demasiado estúpido como para poder verla.
Toda la gente del pueblo alabó con ímpetu el traje temerosos de que sus vecinos se dieran cuenta de que no podían verlo, hasta que un niño dijo:
«Pero si va desnudo»
La gente empezó a cuchichear la frase hasta que toda la multitud gritó que el emperador iba desnudo. El emperador lo escuchó y supo que tenían razón, pero levantó la cabeza y terminó el desfile.

El soldadito de plomo

El soldadito de plomo es otro de los cuento de hadas escrito por el escritor y poeta danés Hans Christian Andersen. Fue publicado por primera vez el 2 de octubre de 1838.
La trama de este cuento es la siguiente:
El día de su cumpleaños, un niño recibe un conjunto de soldaditos de plomo en una caja. Uno de ellos sólo tiene una pierna, pues no había suficiente metal para darle forma completa y terminarlo. Cerca de donde es posado, se encuentra una hermosa bailarina de papel; también está de pie sobre una pierna y el soldadadito de plomo se enamora de ella. Pero por la noche, un duende negro aparecido de una caja de sorpresas, le prohibe que la mire. El soldado le ignora y, el duende le amenaza con vengarse, lo cual se produce cuando, al día siguiente, el soldado cae de una ventana y va a parar a la calle.
Dos niños lo encuentran y lo sitúan en un barco de papel que es tragado por una alcantarilla y más tarde por un pez. El pescado es capturado y puesto en la mesa, asombrosamente, en la misma casa de la que había salido. El soldado está alegre por poder volver a ver a la bailarina, pero inexplicablemente, el niño lo arroja de repente al fuego de al chimenea. Al mismo tiempo, una ráfaga de viento lanza también a la bailarina a las llamas y ambos se consumen en ellas a la vez. Cuando al día siguiente una criada limpia la chimenea, descubre que el soldado se ha convertido en una figura en forma de corazón.
El soldadito de plomo fue publicado por primera vez el 2 de octubre de 1838 por C.A. Reitzel en Copenhague en la colección en la colección Cuentos de hadas contados para niños. Nueva colección. Primer tomo. 1838.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/El_soldadito_de_plomo

Las zapatillas rojas


Este cuanto es otro de los muchos que escribió Hans Cristian Andersen.

El cuento narra la historia de una niña tan pobre que ni siquiera podía comprar zapatos, y por eso andaba siempre descalza. Su madre murió y una anciana, apiadándose de ella, la tomó a su cargo. Y así llegó el día en el que debía hacer la confirmación y le compró unas zapatillas rojas de las que se había encaprichado. Eran muy bonitas, pero guardaban una sorpresa: desde que se las puso, no podía dejar de bailar. Lo que en principio podría parecer fascinante, pronto se convirtió en una tortura que sólo terminó con la intervención de la misericordia de Dios.
El cuento fue publicado por primera vez el 7 de abril de 1845 por C.A. Reitzel en Copenhague en la colección Nuevos cuentos de hadas. Primer Tomo. Tercera colección. 1845.

Análisis del título

El título de la obra es "El patito feo".
El significado de este título es sencillo. Se titula El patito: porque la historia trata de un patito, y feo porque es un patito feo, aunque al final se convierte en un cisne precioso.
No hay ninguna otra propuesta de títulos que haya podido encontrar, al menos de la obra en si, ya que, por ejemplo, de la serie juvenil "Patito feo" si que he encontrado otras propuestas como "Pobre niña fea", pero del texto que estoy analizando no he podido encontrar nada. Y la verdad, es algo lógico, porque el título, en mi opinión, está muy acertado, ya que describe en tres palabras perfectamente el argumento del texto. Es un título temático.
Si tuviera que proponer otro título distinto para el cuento lo llamaría "Ser diferente no es tan malo". Este título habla de lo que le pasa al patito. Al principio es diferente de sus demás hermanos, es más feo que ellos, pero más tarde crece y sigue siendo diferente pero mucho más bonito. Al principio le entristece lo de ser distinto, pero más tarde es muy bonito y le gusta ser como es. Otro título que le pondría es " Si los que te quieren te desprecian por tu aspecto, es que no te quieren tanto". Expresa lo que le pasa a el patito, su familia lo desprecia solo por ser feo, lo que demuestra que no sienten amor por el, pero más tarde el patito encuentra una familia donde es feliz y no se siente rechazado. Lo que pasa es que este título es un poco largo, y para un cuanto de niños no es muy acertado.

Valoración primera evaluación


Mi valoración de este trimestre es buena. Me gusta bastante esta asignatura, porque tenemos bastante tiempo libre durante las clases y no es una asignatura agobiante, ya que tenemos una semana entera para ir haciendo el trabajo y a veces más. Esa es una de las ventajas de esta asignatura, otra por ejemplo, sería que no tenemos que estudiar, que no hay exámenes, simplemente tenemos que subir lo que se manda y ya está. Otra ventaja es que hemos podido escoger el tema sobre el que vamos a trabajar y podemos ir trabajando a nuestro gusto, y eso hace el trabajo más fácil.

Una de las dificultades que se podrían mejorar para el trimestre que viene seria por ejemplo la de no poder trabajar en el aula de informática. Si pudiéramos, podríamos trabajar en clase cada uno en nuestro ordenador durante la clase y adelantaríamos mucho trabajo y ahorraríamos mucho tiempo.

En general me gusta la asignatura y estoy contenta de haberla escogido.